Sudando la gota gorda

Me cae que no corría tanto desde que Chocho se la pasó a José que a su vez la dejó de taquito para Carlo que me vio echo la madre desde lejos ¡órale pinche Villeda!; a-pe-niiii-tas le llegué a esa bola. La maté de pechito y ¡tírale, cabrón! que pega en el poste. Pfff, que cerca estuvo. Debo admitir que fallarla (en el poste) me causaba felicidad, orgullo. Se me hacía más artístico darle al poste o al travesaño. Tal vez tiene que ver con la emoción del momento o con el grado de dificultad [«es más fácil meterla que fallarla»] o, como dirían mis cuates mexicanos: puede que sea un deseo reprimido de tu subconsciente(¡?), en el cual los elementos erguidos y rígidos representan…: que te gusta la jotería, pues.

No corría tanto desde aquella vez. Apenitas me clavé dentro del vagón, sudando la gota gorda. Union Square derechita la flecha para Times Square: «I’m having a photo shoot». «You should come», Steven said.

¿Saben qué es peor que una mujer con una dos tres cuatro cinco bolsas del shopping?… ¡Diez mujeres con una dos tres cuatro cinco seis bolsas del shopping! El verano banana republic deja sentir m&m store su presencia que pinche calor hace saks enlatando a todas estas mujeres en mi vagón. Buena pierna, al menos. Good taste. Good taste good taste.

Mi tío Paco me dijo No manches, Benja, hubieras visto; pinche chino, yo le preguntaba por las recomendaciones Excuse me, what would you recommend us for this evening, Oh lemi bling you chikichan-jackie-lee No wait what the hell is that? No wolly ser good taste good taste. Nos trató de pocahontas, al final que nos trae la cuenta como de doscientos dólares el muy cabrón: sí sí, muy pinche «good taste good taste». Pues claro que good taste, ¡nos ensarto doscientos dólares, nomás! Y esas pinches galletas de la suerte[LUCKY NUMBERS 36, 7, 48, 24, 56, 6. MAN’S MIND, ONCE STRETCHED BY A NEW IDEA, NEVER REGAINS IT’S ORIGINAL DIMENSIONS]saben a madres.

Faldita y zapatito coqueto, aynanita. Good taste. ¡Aush! Shoping, mares de gente tratando de desdoblar sus mapas de Manhattan, cámaras digitales dejando ciego a cuanto cabrón se ponga entre su flash y algún edificio: pinches turistas. ¡El verano se asoma!
[Cálmate, pinche Donald Trump; si bien que tu eras uno de esos]
Bueno, el verano ya se asoma y se disfruta, de alguna manera… aunque las faldas aún NO se encuentran en la medida veraniega reglamentaria: erección instantánea.

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