¡Pumas Campeón!

Pues, no hubo Ángel pero sí Empire State.

Eran alrededor de las nos valemadres: ¡Goya Goya Cachún Cachún Ra Ra!

El Empire State estaba solito. No había ni un alma, mas sí dos corazones azules de piel dorada. Marianita, mejor conocida como Blurcita, y yo nos lanzamos a falta de Ángel al Empire State. Celebramos como verdaderos apasionados del futból, como los mejores «cachunes», por unos 15 minutos.

Bueno, también entiendan que acá no es como allá. Era domingo ya muy tarde. Y, además, en Manhattan nadie da un peso por los Pumas, sólo por las Chivas, América, o Puebla.

En fin, se sintió muy chingón ver otra final del fut en la que participan los Pumas. No es secreto que fue una final de bajo nivel futbolístico y muy accidentada por parte de los porteros, tanto del Pachuca como del equipo universitario, pero por lo menos le puso emoción al partido.

Más allá de la calidad futbolística, quiero destacar el sentido de pertenencia, de identidad, que me brindó dicho partido. Ya me hacía falta. Demasiada neurosis en esta ciudad.

¡México, Pumas, Universidad!

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