Rompiendo la barrera de las 1,000 visitas.

¿Alguna vez te has picado los ojos? ¿Te has rascado los… bueno, para no discriminar dejémoslo en genitales? ¿Has contado ovejas? ¿Has leído el Tv y Notas, o, todos los Ramirez del directorio telefónico? ¿Has tenido sexo con tu esposa? ¿Has visto más de tres infomerciales seguidos? ¿Has visto el canal del congreso? ¿Has visto a «Edgar se cae» más de tres veces? ¿Has visto un partido del Correcaminos contra el Zacatepec?…

Bueno, pues al parecer alguien sí ha leído este blog. ¿Quién? ¡TU!

Para el día de hoy, Jueves 22 de Mayo del 2008, se han registrado 1040 visitas a este blog en los dos meses que lleva de vida. Esto quiere decir que POR LO MENOS hay una persona que se ha metido 1040 veces, y si es así,… pues, ¡que buena onda! La verdad no esperaba que alguien leyera lo posteado en esta página (no les encanta como siempre el autor debe de hacerse el mártir). Más de 1,000 entradas en dos meses…, sin duda no me lo esperaba, eso quiere decir que el blog está por encima de un partido del Correcaminos contra el Zacatepec, es más, ya está dentro de un promedio respetable del ocio y de la depravación digital. Que buena onda.

[Igual y si subo unas fotos de Ninel Conde duplico mi raiting]

Agradezco los minutos que le han dedicado a este blog, así como los comentarios y las críticas, las recomendaciones, los números telefónicos (de las chicas), las mentadas de madre (de los chicos de las chicas), etcétera.

Aprecio mucho su relación -cualquiera que esta sea- con este blog, en verdad.

BV.

Alguien escribe sober mí. PARTE II

¿Cómo era…? Cierto; Benjamín. Pues resulta que ahora estaba recargado sobre un tronco en la playa. Acceso 6, Zona Hotelera. Con la izquierda sostenía su chela y con la derecha la pluma. El papel cuadriculado de su libreta negra no recogía siquiera un punto y coma, ni una idea. La pluma prefería deslizarse en el aire trazando el oleaje. Decidí acercarme para saber qué es lo que intentaba. <<Psst pst>>. <<Nada, supongo que no quiero pertenecer al cliché de “escribir en la playa, frente al mar”… pero,… tu… quién er>>. Huí.
Una vez abandonada la refrita idea de garabatear, Benjamín decidió que <<un verdadero hombre no debe de beber solo>>.
-Disculpe, ¿quiere una cerveza?
-¡Ah!, claro, como no… ¿Ya viste?, estoy esperando a ver si se le cae el short.
Benjamín reprobó categóricamente a la del short.
-Benjamín.
-Juan Carlos, mucho gusto, gracias, está glup bien fría.
-Ajá…
-Sí…
-Pasa…
-¡Como no!, es que…
-mmm…, igual…
-Pues sí, pero…
-Gracias pero…
-Órale, ya sabes…
-… claro, yo le hablo la próxima vez que venga para acá.
J.C. se fue.
Lo que más le había llamado la atención del señor Juan Carlos, era la forma en que se le sobrecargaban los ojos de esperanza mientras contaba la historia de cómo después de irse de mojado dos años al gabacho, decidió regresar (o lo regresaron) a Cancún, al mar.
El mar, poco a poco, violentaba su oleaje; amenazante. La brisa que antes reconfortaba la piel quemada de Benjamín, se sentía como pequeños empujones. El azul turquesa se ensombrecía, el mar comenzó a escupir personas.
-¡Ja!, no se le cayó el short.
El mar fulminaba a Benjamín con su infinita mirada turquesa; ponía en acción su musculatura, como un boxeador: calentaba previo al combate. <<Yo creo que se enojó por no dedicarle aunque sea un par de ideas>>, pensó Benjamín. <<Hay que tenerle mucho respeto al mar>>.
Benjamín precipitó hacia su temeroso interior lo que quedaba de su cerveza. Decidió dedicarle una línea:
<<Este guey, me la pela>>.
Se fue.